jueves, 26 de julio de 2018

Receta de Cuscús con Garbanzos y Verduras



Un completo plato único capaz de aportar al organismo todos los nutrientes que necesita, junto con algunos beneficiosos elementos antioxidantes.
Esta receta que te presentamos contiene proteínas vegetales, hidratos de carbono y grasas poliinsaturadas, por lo que puede consumirse como plato único y principal del día con la seguridad de aportar al organismo todos los nutrientes que necesita. Ya hemos hablado muchas veces de que la mezcla de cereal (cuscús) con legumbre (garbanzo) contiene todos los aminoácidos esenciales que conforman una proteína completa. Si además añadimos unas verduras, nos aseguramos de introducir en la dieta beneficiosos elementos antioxidantes.
Eso sí, una pequeña advertencia. El cus-cus proviene del trigo y, como decimos muchas veces, el trigo es uno de los alimentos menos aconsejados por su efecto en el intestino (gluten, intolerancias y transformaciones genéticas) y su consecuente impacto en las enfermedades inflamatorias (artritis, enfermedades de la piel, intestino, etc). Por eso, si tomas esta receta de cuscús con garbanzos y verduras por su rico sabor, que sea con moderación, solo de vez en cuando.

Los ingredientes

    • 1 taza de cuscús integral por comensal
    • Semillas de sésamo tostadas y molidas
    • Semillas chía y de lino tostadas y molidas
    • Nueces crudas troceadas
    • Comino en polvo
    • Miso
    • Sal marina
    • Uvas pasas
    • ¼ taza de garbanzos por comensal
    • Espinaca
    • Col
    • Puerros
    • Tomate en conserva
    • Champiñones
    • Aceite de oliva virgen extra



La receta paso a paso

    1. Pon a remojo los garbanzos el día anterior a cocinar esta receta y déjalos durante toda la noche.
    2. Por la mañana, pon a hervir agua en una olla y cuando llegue a la ebullición añade los garbanzos y baja el fuego al mínimo.
    3. Cuando los garbanzos estén prácticamente hechos (les puede llevar entre tres y cinco horas), calienta un poco de aceite de oliva en una sartén grande y profunda.
    4. Trocea los puerros y los champiñones en piezas menudas y sofríelos durante dos minutos.
    5. Trocea la col y las espinacas en piezas menudas.
    6. Cuando los puerros y los champiñones se hayan sofrito dos minutos, añade agua para que cubra la sartén y baja el fuego.
    7. Introduce la col, las espinacas y medio vasito de tomate en conserva (o al gusto) para que todo hierva durante 10 minutos. En este momento añade la sal y el comino al gusto, junto con una cucharadita de miso.
    8. Pasados diez minutos (asegúrate de que las verduras están hechas, pero todavía crujientes), retira del fuego y añade el cuscús. En este punto es importante que tengas algo en cuenta. El cuscús absorberá en cinco minutos todo el agua, por lo tanto es necesario que calcules bien la cantidad de agua y de cuscús. Cuando lo eches, procura que quede agua suficiente como para que el cuscús la empape, pero no demasiada para que no se quede acuoso. Para mí el truco está en echar cuscús hasta cubrir casi el agua, pero que queden pequeños huecos de líquido entre medias.
    9. Una vez que el cuscús haya empapado todo el agua (unos cinco minutos), añade los garbanzos escurridos, junto con las nueces, las semillas y las uvas pasas.
    10. Remueve todo bien… y prueba este exquisito y exótico plato.

Come ecológico

Como siempre, en todas nuestras recetas  recomendamos productos ecológicos, ya que al no llevar pesticidas y no haber sido tratados con procedimientos químicos ni aditivos peligrosos, son alimentos que contienen intactas todas sus propiedades. Y esa es precisamente la gracia de este plato: contiene lo que ha de contener (todos los nutrientes esenciales) y no contiene lo que no debe (grasas saturadas, azúcares simples, pesticidas, etc.) Aprende a comprar ecológico y a distinguir los productos de calidad.

Propiedades y beneficios del cuscús con garbanzos

Ya sabes que 75% de cereal más 25% de legumbre hacen una proteína completa. Esta forma de ingerir proteínas es una excelente alternativa para sustituir la carne animal varios días a la semana (o todos). Si no puedes pasar sin la carne recuerda que, al menos, la carne ecológica no contiene medicamentos ni hormonas. Además, si un animal ha sido tratado con dignidad, su química interior seguro que será más saludable dentro de tu cuerpo.
Recuerda también que no es conveniente eliminar por completo la proteína animal a los niños y niñas. Si bien es cierto que la proteína vegetal, combinada de esta manera, contiene todos los aminoácidos esenciales, también es cierto que lleva menos cantidad. Para un adulto es perfecto, puesto que el menor esfuerzo metabólico requiere menos energía ingerida. Pero en niñas y niños es aconsejable introducir proteína animal, al menos dos o tres días a la semana.



Los cereales y las legumbres contienen también hidratos de carbono polisacáridos muy beneficiosos y los más recomendables para personas diabéticas, ya que es el hígado quien almacena estos azúcares compuestos y luego se encarga de distribuirlos eficientemente al organismo. Contienen también ácidos grasos poliinsaturados (como el aceite de oliva, las nueces y las semillas) que nos ayudan a fortalecer el sistema cardiovascular.
Los vegetales y las semillas nos aportan oligoelementos antioxidantes que hacen que nuestras células se regeneren con mayor rapidez y eficacia.



Es cierto que a los garbanzos les lleva mucho tiempo hacerse (sobre todo a fuego lento), pero recuerda que son muy nutritivos y que este plato en su conjunto es un verdadero regalo energético para tu cuerpo.
Si estás empezando a sentir el gusanillo de comer bien, te aconsejamos que te pongas manos a la obra: ¡Elabora tu propia dieta sana y equilibrada!

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